Empezamos con el color mandarina tango, el absoluto protagonista de la temporada. Me encanta porque una sola pieza en este tono (vestido, falda, pantalón) crea un look por sí solo. No requiere apenas de complementos, aquí menos es más.
A su lado tendremos al verde agua que, en este caso, aportará suavidad y frescura a tu look. En cualquiera de sus tonos, este color es elegancia absoluta.
Los estampados con motivos florales y campestres alegrarán looks en cualquier momento del día. El corte años 50, cintura marcada y faldas amplias le confieren aún más feminidad.
Este vestido de ASOS, de líneas rectas y estampado romático, mantiene el mismo espíritu con un toque renovado.
Por supuesto, no podemos olvidar que un buen fondo de armario nunca pasa de moda y, sea cual sea la tendencia, siempre podremos (y debemos) hacer uso de ellos como base de un look versátil y muy personal. En este caso, LA falda negra, gracias a los plisados (que veremos también en vestidos de todos los colores) adquiere un carácter actual manteniendo su eterno espítiru de prenda básica.
!Hasta mañana!
María
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